Comunidad de Madrid

Los dramas que llegan al teléfono antiokupas de Ayuso: «No quiero dar mi nombre, tengo miedo»

Okupas Alemania
Un policía delante de un edificio de okupas en Madrid. (Foto: EP)

El teléfono 112 Okupación da sus primeros frutos. Decenas de madrileños han acudido a él para denunciar casos de usurpación de inmuebles. OKDIARIO accede a una muestra de los casos en los que se ha intervenido tras la puesta en marcha de este servicio pionero de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior.

Un ejemplo de los dramas humanos que hay detrás de la lacra de la okupación lo ilustra una llamada registrada el pasado 7 de diciembre a las seis de la tarde. «Recibimos llamada de una ciudadana para denunciar una ocupación que se ha producido esta mañana. Es una vecina y no nos quiere dar su nombre porque tiene miedo (dice que los que han ocupado son gitanos)», recoge el personal del 112 Okupación.

La mujer llama tan nerviosa que, sin querer, corta la comunicación. Finalmente, vuelve a llamar y los efectivos policiales se ponen manos a la obra. Minutos después se plasma en la documentación oficial: «Recibimos llamada de la Comisaría de Carabanchel de la Policía Municipal y nos dicen que acaban de desalojar el piso y han sacado a las personas que estaban dentro. Necesitan que alguien del Ivima (el Instituto de la Vivienda de Madrid) vaya a tapiarlo o manden personal de Seguridad». A continuación los técnicos trasladan que van a hacer las gestiones pertinentes y que devolverán entonces la llamada. Finalmente, se hace el encargo a una empresa de seguridad. No obstante, se subraya en el expediente: «Necesitan que se personen pronto, ya que la patrulla que está en el lugar no puede permanecer allí mucho tiempo».

Venta

Otro caso dramático se registra también en otro distrito del sur de la ciudad. A las diez de la mañana llega una llamada de «una ciudadana informando que, en la dirección indicada en el registro, se ha producido una ocupación». La afectada relata que tenía el piso a la venta. «Ayer por la tarde realizó una visita para enseñarlo y todo estaba correcto», se explica. Pero, «al ir hoy nuevamente por la mañana con otro cliente, se ha percatado que ha sido ocupado». Le preguntan si tiene constancia de si hay gente en el interior, pero ella no puede asegurarlo, pero «sí ha detectado que hay luz en la vivienda». «No ha sido forzada la cerradura de la puerta antiokupa que tiene instalada», pero aun así han entrado en el inmueble.

Se le informa que al haber sido ocupada con menos de 48 horas a su llamada, procedemos a activar una patrulla de Policía Municipal. Finalmente, quedan en verificar la intervención de la patrulla.

Peluquería

Otra llamada unos días más tarde. En este caso la voz de alarma sale del presidente de la comunidad de propietarios. En uno de los bajos, donde había un local comercial, detectan una okupación en curso de dicho establecimiento. A este vecino le ha avisado a su vez el trabajador de una agencia inmobiliaria que hay junto al bajo. «Están intentando entrar con destornilladores y rompiendo el cerramiento de madera. Es una antigua peluquería que ya fue ocupada anteriormente y al parecer, son las mismas personas las que están intentando entrar», refleja el expediente. Tras la llamada al 112 acudió la Policía Nacional y Municipal se filió a estas personas y se evitó la entrada.

Otro ejemplo de este problema social lo protagoniza «una ciudadana que denuncia una ocupación in situ en una vivienda de su propiedad». Llama a las once de la mañana y expone que es la representante de una agencia mediadora que tiene la custodia de una vivienda procedente de entidad bancaria. El piso ha sido violentado durante la pasada noche. A ella le ha avisado la vecina del segundo. En este caso se consulta a la Policía y se decide que lo oportuno es cursar denuncia en comisaría.

Otro madrileño llamó a finales de enero para avisar de que acababan de entrar unos okupas en un piso frente al suyo, es propiedad de un banco. Hace tiempo quedo vacío después de sufrir ya dos años de okupación. La Policía Municipal se personó y se consiguió echar a los autores de los hechos.

Andamios

En el distrito de Usera encontramos otro caso. «Nos llama una vecina informando que en estos momentos se está produciendo una okupación en su bloque. Han entrado en el domicilio por la ventana aprovechando los andamios de la obra del edificio. Están rompiendo la cerradura del inmueble desde dentro», se describe con crudeza. De nuevo, acude la Policía y se detiene a una persona por allanamiento de morada.

En otro caso, la llamada registrada es de agradecimiento. «Llama una ciudadana para dar las gracias por el trato y la ayuda recibida de este servicio. Está muy agradecida. Gracias a toda la información que se le ha dado ha conseguido desalojar a su inquilino sin necesidad de llegar a denunciar», se expone.

Y así varios casos más. Una entrada por una verja, unos inquilinos que tras dejar de pagar fueron expulsados y ahora entran por la fuerza, etc. En definitiva, una casuística muy variada. El teléfono 112 Okupación aún no es muy conocido. Pero en estos primeros meses de puesta en marcha y funcionamiento ya se han resuelto varias situaciones de extrema gravedad.

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